La motivación comienza con un sueño

Benjamin Zander, director de orquesta, cuenta que existen 3 tipos de personas: los que se pasan la vida diciendo que algún día llevarán a cabo su sueño, los que se pasan la vida quejándose y buscando excusas sobre su mala suerte, y los que hacen, los que son capaces de levantarse, dirigir un proyecto y de este modo, activar su motivación.

En muchas ocasiones me encuentro con personas agobiadas en sus actuales trabajos, desmotivadas y sin saber qué rumbo dar a sus carreras profesionales. Unos navegan entre ideas sin terminar de dar un paso adelante, otros se sienten víctimas de una realidad que conspira contra ellos y otros le echan valor, arriesgan y comienzan a andar para cambiar la realidad que tienen delante.

Uno de los mayores problemas para poder afrontar un cambio es la falta de imaginación y creatividad. Y para poder crear antes hay que imaginar, soñar, visualizar…

Crea la realidad que deseas…

legoEl primer paso consiste en comenzar a crear una nueva realidad a través de diferentes ejercicios que activen nuestra imaginación. Visualizar qué queremos, creando en nuestra mente diferentes oportunidades. De esta forma, comenzamos a ver la realidad cotidiana de otro modo.

Podemos hacer este ejercicio a través de un “mandala”, dónde reflejemos cómo queremos que sea nuestra vida dentro de unos años: qué hacemos, con quién estamos, cómo es nuestra vida profesional y personal, qué hemos aprendido, qué hemos dejado atrás…

… y ponte a trabajar.

Necesitas que el objetivo sea claro y bien definido. Cuanto más detallada y amplia sea tu visión, mejor. Por eso es importante establecer objetivos consistentes y coherentes con tu vida.

Es importante que estén basados en un conocimiento real sobre lo que deseas.  Entender la realidad que persigues, generar objetivos intermedios, qué necesitas para lograrlos, tener en cuenta el esfuerzo requerido. En suma, ser realista dentro de un sueño. Si nunca has jugado al tenis, no pretendas ser Nadal.

“El éxito de un proyecto o idea se basa en la capacidad que tenemos para soñar y el compromiso que mostramos con la acción para materializar ese sueño. ”

Es entonces cuando el sueño se convierte en la visión que perseguimos, cuando los sueños se materializan en acciones. Por eso, no basta sólo con pintar una visión de lo que queremos. El segundo paso es HACER, TRABAJAR, CURRAR en acciones concretas.

Se curioso: mantén una actitud de aprendizaje continuo

Saber que uno mismo no es lo bastante bueno, es el mayor de los secretos para vivir permanentemente en estado de mejora. Sin embargo, aprender cuesta, no te engañes. Y los mejores aliados del aprendizaje son la disciplina y el esfuerzo.

Los mismos que necesitamos para enfrentarnos a la adversidad. Porque el reto para alcanzar nuestros sueños está en el avance, en superar las dificultades que nos encontraremos, sin instalarnos en la autocomplacencia.

Y para ello, son fundamentales dos competencias de las que Toni Nadal habla en su libro “Todo se puede entrenar”: la responsabilidad para gestionar aquello que depende de nosotros, los objetivos que nos hemos marcado; y la capacidad de aguante para gestionar lo que no depende de nosotros, la adversidad.

«Hay cuatro cosas que ponen al hombre en acción: interés, amor, miedo y fe» (Napoleón Bonaparte)

Wrecking Ball – Bruce Springsteen