Simplificar conceptos
A veces nos empeñamos en buscar definiciones perfectas que sirvan para identificar determinados conceptos. Uno de esos conceptos es el liderazgo. Nadie ha logrado dar con la definición precisa y exacta. Cada día surgen nuevas ideas alrededor de ella. Podemos encontrar definiciones de liderazgo transformacional, situacional, emocional, consciente, innovador, evolutivo…Podemos buscar ejemplos en personajes históricos, en deportistas, en líderes empresariales… y no daríamos con una respuesta.
Un profesor me dio una respuesta simple, concisa y sencilla de recordar:
«Un líder es aquel que marca el rumbo hacia un objetivo y es capaz de sacar lo mejor de cada uno de los miembros del equipo, en términos de motivación y compromiso. ” |
La lección del fuego
Una metáfora en forma de cuento sirve para ilustrar y representar lo que significa ser un líder.
“Un hombre, que regularmente asistía a las reuniones de un determinado grupo, sin ningún aviso dejó de participar en sus actividades. Después de algunas semanas, una noche muy fría, el líder de aquel grupo decidió visitarlo. Encontró al hombre en casa. Solo. Sentado frente a una chimenea dónde ardía un fuego brillante y acogedor. Adivinando la razón de su visita, el hombre dio la bienvenida al líder. Lo invitó a sentarse junto al fuego y permaneció quieto, esperando. El líder aceptó la invitación y, sin decir palabra, se sentó confortablemente. En silencio contemplaba la danza de las llamas en torno de las brasas de leño que crepitaban. Al cabo de algunos minutos el líder, sin decir palabra, examinó las brasas que se formaban y cuidadosamente seleccionó una de ellas, la más incandescente de todas, retirándola del resto de las brasas ardientes. Volvió entonces a sentarse, permaneciendo silencioso e inmóvil. El anfitrión prestaba atención a cada uno de sus actos con fascinación y quietud. Observó así como la llama de la brasa solitaria disminuía hasta apagarse de una vez. En poco tiempo, lo que era una fiesta de luz y de calor, ahora no pasaba de ser más que un negro, frío y muerto pedazo de carbón recubierto por una leve capa de cenizas. Ninguna palabra fue dicha desde el ritual saludo entre los dos hombres. El líder, antes de prepararse para salir, con las tenazas blandió el carbón frío e inútil, colocándolo de nuevo en medio del fuego. De inmediato el carbón se volvió a encender, alimentado por la luz y el calor de las brasas ardientes en torno suyo. Ya en la puerta y antes de que el líder se retirara dijo el anfitrión: —Gracias por tu visita y por tu bellísima lección. Muy pronto estaré de regreso junto al grupo.” La Lección del Fuego (El Arte de Soplar las Brasas, Leonardo Wolk) |
La esencia del liderazgo está en el equipo
La fortaleza de un equipo radica en que cada miembro del equipo. Cada miembro es como una brasa de leño que da fuego y calor, y al unirse al resto de brasas, hacen un fuego fuerte y vigoroso.
Como una banda de rock, en la que cada componente es necesario y su instrumento complementa al del compañero. Y juntos, al unirse producen esa canción del “millón de dólares”(*) que buscaba cada noche Bruce Springsteen cuando era joven. Él entendió la lección del liderazgo, y encontró muchas canciones del millón de dólares.
La clave está en recordar a los miembros de un grupo que ellos forman parte de la llama y que lejos del grupo pierden todo su brillo. Mientras que los líderes tienen que recordar que son los responsables de mantener encendida la llama de cada uno de los miembros. Y de promover la unión entre todos ellos, para que el fuego sea realmente fuerte, eficaz y duradero.
“El líder es el responsable de soplar las brasas para avivar el fuego del equipo. Lo que significa mantener viva la motivación de cada uno de los miembros del equipo, sacando lo mejor de cada uno de ellos. Y de este modo lograr el mayor nivel de compromiso posible.” |
¿Cómo se avivan esas brasas?
La respuesta pasa por un conocimiento de cada uno de los miembros del equipo. Conocer sus inquietudes, sus expectativas, sus fortalezas y sus debilidades, sus talentos. El líder tiene que saber identificar los deseos y necesidades de cada miembro del equipo, para poder activar su motivación. Y promover objetivos o incentivos que sean vistos como beneficiosos por cada uno de ellos. Encontrar aquello que les mueve a la acción, demostrando su compromiso.
Para lograr esto es necesario que el líder desarrolle su inteligencia emocional:
- Conocerse a uno mismo.
- Gestionar sus emociones.
- Desarrollar la empatía para poder conectar con el equipo
- Y desarrollar determinadas habilidades sociales como la asertividad, la comunicación, el liderazgo…
En mi opinión, una persona que tiene inteligencia emocional, es exactamente el líder del cuento. Alguien que es capaz de conocer a su gente, de entender sus silencios y respetar su decisión cuando se alejan. Que sabe regular sus propias emociones ante situaciones que desbordan, de tener la templanza y la serenidad para actuar sin prisas ni precipitación. Y que es capaz de inspirar el cambio en los miembros del equipo, con un ejemplo, con una metáfora, con una experiencia.
«Un ejército de ovejas liderado por un león derrotaría a un ejército de leones liderados por una oveja» (Proverbio árabe)
The Promise, de Bruce Springsteen