La importancia de los valores y el tiempo

En el periodo que va de 1500 a 1850, Europa no gozaba de ninguna ventaja tecnológica, política, militar o económica sobre las potencias asiáticas (China, Asia o Persia). Sin embargo, esa aparente igualdad resultó ser un espejismo. Durante ese tiempo, Europa fue creando unas estructuras sociopolíticas y judiciales. Y unidas a unos valores y creencias, le permitió adaptarse mejor a la revolución científica y a la aparición del capitalismo. Esto se tradujo en una serie de ventajas tecnológicas significativas, que le permitiría dominar el mundo durante los siguientes 150 años.

Como citaba en algún post anterior, “las cosas nunca suceden de repente, sino poco a poco, lentamente”. Basta con recuperar el cuento zen del “El bambú japonés”, para entender que todo tiene su proceso y su tiempo. Es necesario saber esperar con paciencia los resultados de lo que siembras. Pero además, hay que saber elegir con qué materiales construyes tu torre, como acertadamente apunta Yuval Noval Harari en Sapiens. Sí construimos una torre utilizando materiales de barro y madera, pasado su umbral crítico, no podrá soportar la presión y se derrumbará. Mientras que sí empleamos acero y hormigón, la torre crecerá piso a piso, elevando su altura hasta dónde alcance la vista. El tiempo y los materiales (los valores) son la clave del éxito.

“Cuando trabajamos con equipos y deseamos desarrollar algunas competencias y habilidades clave el tiempo y los valores resultan imprescindibles.

Se necesita tiempo para desarrollar una idea y que el trabajo comience a dar sus frutos. Y se requiere crear una cultura basada en unos valores que nos guíen hacia esos objetivos.”

Un ejemplo: el «Cholo» Simeone

En el deporte, encontramos numerosos ejemplos que nos muestran esta máxima. Uno de los casos más significativos es el Atlético de Madrid del Cholo Simeone. Y personalizo porque la filosofía de este entrenador tiene mucho que ver con la del constructor de una torre de acero y hormigón.  Y con el cuento del bambú para saber esperar el éxito.

Su materiales o valores para construir este equipo fueron el esfuerzo, el trabajo, el sacrificio, la constancia, la determinación, la perseverancia… Alguna de sus citas más famosas sirven para reflejar su filosofía:

  • “Se juega a partir de cómo se entrena”. Aquí está la clave para desarrollar la competitividad que muestra el equipo en cada partido.  Entrenamientos en los que se compite, en los que se pone todo y se exige el máximo. Porque hagamos lo que hagamos, la única forma de mejorar nuestro rendimiento es entrenando.
  • “Insistir es la única forma de conseguir las cosas que realmente deseas”. La perseverancia, la constancia, la insistencia son elementos imprescindibles cuando se quieren lograr los objetivos planteados.
  • “El esfuerzo no se negocia. Ni tolero el conformismo. La pasividad está alejada de mí”. Sin esfuerzo no hay premio. Lograr algo importante exige sacrificios y pagar el precio para conseguirlo. Como dice el Cholo “a los guerreros no les ponen las batallas fáciles”.

El tiempo es ese juez insobornable…

Pero si hay algo que ha caracterizado la trayectoria de Simeone, ha sido una frase que ha repetido hasta la saciedad.  Un mantra que nos ha contagiado a todos, el archiconocido “partido a partido”. Que guarda en su interior la enseñanza del «bambú japonés». La importancia de ir poco a poco, paso a paso, con tiempo, sabiendo esperar. Las guerras no se ganan por vencer una batalla, los campeonatos no se ganan por ganar un partido…Sino porque se han ganado muchos partidos, y poco a poco, lentamente, cómo si no sucediera nada, al final llega el éxito.

“Cuando un responsable de equipo desea gestionar mejor su equipo, necesita incorporar estos dos elementos:

  • Desarrollar un proceso de formación continua para adquirir determinadas habilidades.
  • Instaurar aquellos valores que guíen la cultura de ese equipo.”

Y para lograr ambas cosas es necesario el tiempo, justo lo que parece que no tenemos en estos días de prisa e inmediatez. Un tiempo que se manifiesta en la paciencia y la serenidad para reconciliarnos con el ritmo natural de los procesos que realmente importan. Algo que demasiadas personas olvidan con facilidad, porque como decía Zygmunt Bauman, vivimos en un “tiempo líquido”.

«Sigo una frase de mi amigo Nelson Vivas: sólo en el diccionario, éxito está antes que trabajo». (Cholo Simeone)

 Hurricane – Bob Dylan