¿El talento es un don innato?

Cuando pensamos en talento, siempre nos acordamos de alguien especial. Que tiene un don para hacer algo, con independencia de la disciplina a la que se dedica. Ken Robinson lo asocia a la idea de descubrir nuestro “Elemento”. M. Csikszentmihalyi habla de “flow”, como aquel estado en el que logramos desarrollar nuestro talento.

Pero el talento, ¿es un don?, ¿es una cualidad innata que surge por herencia genética?, ¿sólo hay unos pocos “talentos” en el mundo?, ¿cualquier persona tiene talento?, ¿se puede generar talento?..

J. A. Marina, en su libro “Objetivo: generar talento” lo explica así:

«El talento no es un don, es un proceso, es el acto de invertir bien nuestros recursos, nuestra inteligencia. Es cierto que nacemos con una dotación genética, pero no todos esos genes se activan  o se expresan. El entorno influye en la activación selectiva, y la educación, uno de los componentes de ese entorno, modula nuestra genética, y se convierte en generadora de talento”

“Por lo tanto, el talento se construye, no es solamente «algo dado» sólo a unos cuantos privilegiados, sino que se puede desarrollar a través de la formación, y se encuentra al final del camino.”

Un ejemplo de talento en evolución

Messi tenía ese don desde que era pequeñito, basta con ver sus videos cuando apenas tenía 8 años… Nadie puede negar que hay algo innato, que ya desde pequeño le hacía despuntar. Sin embargo, en Messi se aprecia la evolución, el proceso. Su madurez y su forma de jugar hoy en día, poco tiene que ver con sus inicios cuando comenzó a jugar al máximo nivel. El entorno y la educación han sido los componentes clave para que el talento de Messi se haya desarrollado hasta llegar al momento actual. Sin ese cuidado que ha tenido, sin esa formación continua, nunca hubiera alcanzado el nivel que hoy muestra.

Para desarrollar el talento, en cualquier disciplina, hay que formarse, hay que aprender. Y esto sólo se consigue con un entrenamiento continuo y permanente.

Sin embargo, no basta con “las diez mil horas”, hace falta la “práctica deliberada y enfocada”, como explica Marina.

Hoy Messi es mucho más inteligente que hace 11 años cuando comenzó a jugar en la élite, su juego se ha hecho más transcendente, “algo” ha aprendido e incorporado a su repertorio.

La clave es el aprendizaje

El aprendizaje es la clave de los procesos de transformación, tanto si nos referimos a una persona como si lo hacemos con una organización. La cuestión radica en nutrirnos de conocimientos y de experiencias, no para conocer más o ser más eruditos o más cultos, sino para actuar mejor.  “Para que nuestra inteligencia actúe de manera más adecuada, brillante y eficiente”, como señala Marina.

Sin embargo, en muchas empresas nos encontramos con una contradicción. Se habla mucho de talento (programas para detectar y/o retener talentos, foros, ponencias, etc), pero existe poca o nula inversión en programas de formación que permitan desarrollar el talento de sus empleados.

Lo que provoca un estancamiento de los propios empleados y por extensión de la empresa. Tampoco es realista pensar que con eventos aislados, como una sesión de capacitación, o una jornada de retiro para reflexionar. Son necesarios programas de mejora a medio y largo plazo, de carácter continuo y progresivo.

 

Comprometidos con el proceso

Ahora bien, cada persona tiene su propia responsabilidad en el proceso. Una organización puede invertir grandes recursos en formar a sus empleados, pero sin la actitud adecuada por parte de cada trabajador será un esfuerzo baldío.

Es conveniente recordar las palabras del entrenador de baloncesto Bobby Knight: “La mayoría de las personas quieren ganar, pero pocas están dispuestas a prepararse para ganar”. Y esto se traduce en el compromiso con la motivación para ser el mejor, o para seguir ganando, o para lograr un propósito mayor…

“En resumen, el talento es la consecuencia de combinar estos tres elementos:

  • El don o la herencia genética recibida.
  • La educación y el aprendizaje continuo
  • La responsabilidad para comprometernos con el  desarrollo máximo de nuestro potencial. ”

“Para llegar a la excelencia es necesario formarse, pero para traspasarla hay que transformarse” (Xesco Espar)

Smooth Criminal – Michael Jackson