REINTERPRETAR LA REALIDAD: EQUIPOS Y PERSONAS.
Crisis, negatividad y miedo.
¿Cuáles son tus expectativas para el último trimestre del año? Esta pregunta la escuche en una reunión hace unos días. Y la primera respuesta que se escuchó fue crisis. Y siguieron otras expresiones tales como “lo vamos a pasar mal”, “las cosas están muy difíciles”, “no se qué vamos a hacer”, “nos van a cortar el gas”, “vamos a pasar frío”. Un buen menú lleno de positividad y optimismo para empezar el día ante la siempre difícil vuelta de vacaciones. El problema es que esta es la realidad que respiran y desayunan hoy los equipos, los grupos de trabajo y las organizaciones.
Decía el filósofo Ludwig Wittgenstein que “los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo”, que sirve para ilustrar una máxima: el lenguaje crea realidades. Sí nuestro lenguaje refleja negatividad, pesimismo, preocupación, miedo, etc … la realidad que estaremos creando será esa. Y eso precisamente es lo que está sucediendo en estos días. Cuánto más tiempo pasemos hablando de la crisis, más probabilidades existirán de crear esa realidad en nuestra vida y en la de los equipos a los que pertenecemos. La pregunta es ¿cómo salimos de esta espiral de crisis, negatividad y miedo?
¿Qué saca a un jugador/equipo del partido?
Le preguntaban a Imanol Ibarrondo, exjugador de fútbol y coach deportivo, ¿qué puede afectar al estado anímico de un jugador durante un partido? Su respuesta fue clara, corta y concisa: “todo o nada”. Y argumentaba: “Depende de cuál sea la forma de ser y de estar en cada situación. Ser capaz de resetear rápido ante los errores que se cometen durante un partido. Y preguntarte quién vas a ser tú después del error. Para eso, es crucial tener una mente entrenada: ser capaz de calmarla y de conectarla al juego para estar presente y seguir ofreciendo tu mejor versión.”
En resumen, cualquier cosa puede afectar al estado anímico de una persona si no está preparada y nada puede afectarle sí la mente está preparada.
Hoy, el estado anímico de cualquier persona puede verse afectado por cualquier comentario, mensaje o conversación donde el tema central sea la crisis, la negatividad o el miedo. Y lo que es peor, ese estado anímico de cada persona se transmitirá al resto del grupo, equipo u organización. Porque las emociones y los estados de ánimo son contagiosos. Basta que haya “una manzana podrida” para que el buen ambiente desaparezca y contagie al resto. La pregunta que cada persona debe hacerse es quién voy a ser cuando aparezca esa conversación que nos lleva a hablar de la crisis. ¿Estoy preparado para controlar mi estado anímico ante influencias y mensajes negativos?
Cómo percibes la realidad
Entrenar la menta no significa “cambiar un pensamiento negativo por otro positivo”. Probablemente, si eso fuera tan sencillo, todos practicaríamos esta técnica y tendríamos resultados positivos. Cambiar un pensamiento por otro es sencillo, la cuestión crucial es si realmente creemos en ese nuevo pensamiento. Es decir, si hay una creencia subyacente que choca con ese pensamiento que queremos cambiar.
Los pensamientos son una consecuencia de cómo interpretamos la realidad. Y, esta interpretación la hacemos en base a nuestras creencias. Las creencias son como programas instalados en nuestra mente que condicionan y determinan nuestra realidad. Algunas creencias las aprendimos cuando éramos pequeños porque alguien nos las repetía una y otra vez, y otras las integramos en base a nuestra experiencia. Incluso podemos tener creencias inconscientes que de una u otra forma están limitando nuestra realidad o potenciándola.
¿Qué significa reinterpretar la realidad?
Y es ahí, cuando identificamos nuestras creencias más arraigadas, cuando debemos preguntarnos sí esas creencias nos están ayudando o perjudicando en nuestra vida. Cuestionar nuestras creencias significa hacernos preguntas: ¿para qué está ahí esa creencia?, ¿qué me ha enseñado?, ¿me impide ver la realidad desde otro lugar?, ¿qué me da y qué me quita? Sí sentimos que una creencia nos limita, entorpece o bloquea más que nos ayuda a avanzar, entonces hay que cambiarla por otra.
Reinterpretar la realidad es justamente hacer un proceso de indagación y cuestionamiento de nuestras creencias, para mirar la realidad con otra mirada.
Es desde ahí, cuando podemos cambiar los pensamientos y las acciones, para obtener resultados diferentes. Así es cómo podemos tomar acciones nuevas y crear una realidad diferente. Como explicaba en mi post “Cambiar para crecer”, antes de tomar nuevas acciones, el coach John Wooden realizó un proceso de análisis exhaustivo de lo que estaba haciendo en base a una creencia limitante. Sustituyó la creencia limitante por otra y puso en marcha acciones diferentes, después de analizar y cuestionar lo que hasta entonces estaba haciendo.
Esto es justamente lo que significa “estar presente y conectado en lo que haces”, centrarte en el juego, en lo que vas a hacer y olvidarte del marcador.
Esa es la mejor forma de controlar tu mente, centrarte en el hacer desde la observación y la indagación, para dar tu mejor versión (mejorando con respecto al día anterior) y olvidarte del ruido externo, la negatividad y el miedo.
“La capacidad de percibir o pensar de manera diferente es más importante que el conocimiento adquirido.”
(Enric Corbera)
Sí quieres saber más sobre coaching, liderazgo de equipos o gestión de equipos de trabajo, no dudes en contactar con nosotros. Y pregunta por nuestros procesos de trabajo, servicios de coaching de equipos y coach personal y profesional.
Pídenos un presupuesto sin compromiso