Ver los problemas como señales

La gran prueba a la que todos tenemos que enfrentarnos es cuando las cosas no salen como a nosotros nos gustaría: un proyecto que no conseguimos realizar, un ruptura sentimental, una pelea con un amigo o un familiar, un examen que no aprobamos o un puesto de trabajo al que no logramos acceder…

En ese momento es cuando se pone a prueba nuestra motivación. Xesco Espar en su libro, “Jugar con el corazón”, lo explica de forma magistral: “Los problemas son señales que nos manda la Vida, para ponernos a prueba, y hacernos merecedores del futuro que deseamos”.

El último ejemplo lo encontramos en lo que ha pasado con la campeona olímpica Ruth Beitia. Hace cuatro años después de un “amargo” cuarto puesto en los Juegos de Londres, manifestaba que abandonaba. Sin embargo 3 meses después, su entrenador le pidió que volviera a entrenar. Lo hizo, y comenzó a disfrutar del atletismo, sin presión. Hasta que la Vida le dio la oportunidad de conseguir su sueño.

Decir esto es fácil desde un post o una presentación. Ahora todos queremos seguir el ejemplo de esta atleta, como del resto de triunfadores de estos Juegos (Mireia Belmonte, Simone Biles o Michael Phelps). En todos ellos, hay historias de superación, de reto personal, de atravesar situaciones adversas, críticas en algunos casos… La Vida puso a prueba su motivación.

“No hace falta ser un atleta de alta competición para darnos cuenta que todos atravesamos por situaciones similares en nuestras vidas.

Y es en esos momentos dónde de verdad nos jugamos lo que queremos ser. Sinceramente, creo que lo importante no es el éxito logrado cuando se consigue una medalla… ”

¿Lo importante es el resultado?

Es cierto, que en una competición el objetivo es ganar. Esa es la visión por la que cada uno de estos atletas compite. Y también por la que cada uno de nosotros se levanta cada día. Siempre queremos conseguir algo: un trabajo, un sueldo, un incentivo, un amor, una familia… Pero quedarnos sólo con el análisis resultadista, que nos identifica con triunfadores sí conseguimos el objetivo o fracasados sí no lo logramos, hace que nos perdamos algo más importante.

Ayer cuando escuchaba a Ruth ponía el énfasis en aspectos como:

  • El crecimiento personal
  • Disfrutar del momento
  • Los valores que le había dado el deporte
  • El esfuerzo realizado durante 26 años
  • El trabajo de equipo con su preparador, su psicóloga, su familia…

Creo que esa es la clave del éxito: el camino que ha ido recorriendo durante todos estos años. Todas las relaciones que ha ido construyendo y los aprendizajes adquirirdos. Esto le ha permitido construirse como persona y como atleta, siendo lo que es hoy. Sólo desde ahí pueden llegan las medallas y los resultados en la vida. Y esto es lo que hay que tener presente cuando llegan los malos momentos.

Siempre hay que creer en algo, algo en lo que agarrarse.

Nuestros valores, lo que realmente somos, lo que queremos, nuestro entorno (familia, amigos, entrenadores, etc), y esto lo construímos día a día.

Sin atajos.”

Cuando llegan las dificultades…responsabilidad y resiliencia

Es obvio que hay un momento de la verdad. Cuando llegan las dificultades y es el momento de tomar decisiones. Es entonces cuando tienes que dar un paso adelante. Y ese paso nadie lo va a dar por ti.

Ahí es cuando nace tu responsabilidad con lo que te pasa, y tienes que dar una respuesta, la que tú decidas. Ese es el liderazgo interior, que consiste en tomar decisiones. Nada más. Como dice el dicho: «no depende de lo que te ocurra, sino de lo que tú hagas con lo que te ocurre«. Y surge la resiliencia, la capacidad de superar los golpes de la vida y ponernos en marcha otra vez, por aquello que deseamos.

Sin embargo, quizás es en esos momentos cuando hay que estar más atento. Para escuchar qué es lo que la Vida nos está queriendo decir con esa prueba, reto o problema que nos pone delante.

A veces creemos que la Vida nos está diciendo no, y es sólo un espera.

Lo más bonito de lo que sucedió ayer fue comprobar en retrospectiva, que nada es para siempre, y que “todo es posible”.”

Escuchar cómo nos sentimos

Cuando Ruth tomó la decisión de abandonar hace cuatro años, todo parecía correcto. Su análisis racional parecía el más lógico. Había hecho una gran temporada, y se había quedado a las puertas de su sueño, que era conseguir una medalla con 33 años.  Quería comenzar a disfrutar de la vida sin el estrés de la competición, y hacer otras cosas que no podía haber hecho hasta ese momento. Sin embargo, lo mágico es que en tres meses todo cambió. Comenzó a sentir en los entrenamientos, que ese era su sitio, y que continuaba disfrutando de lo que hacía.

Quizás tengamos que escuchar más a nuestro sentir. Cómo nos sentimos con lo que hacemos, y dejar que las cosas fluyan. Darnos cuenta que todo es posible y que podemos cambiar de decisión una y mil veces, siempre que estemos disfrutando y sintiendo de verdad lo que hacemos.  Lo importante es darnos cuenta que en esta Vida, siempre hay un tiempo para algo. Ese algo es lo que nos toca descubrir, dándole un sentido al tiempo que vivimos, como hizo Ruth en estos cuatro años.

Turn, turn, turn – The Byrds