Liderazgo para hacer equipo: TEAM UP
El líder superhéroe
Hace unas semanas me preguntaban en una entrevista cuáles eran las cualidades o competencias que debía tener un líder. Sí acudimos a cualquier manual de liderazgo, encontramos listados de casi 40 habilidades y/o competencias…lo cuál sinceramente genera algo de frustración. Porque parece difícil encontrar a una persona con tal cantidad de atributos, y podemos caer en la tentación de pensar en el líder como un superhéroe.
Por otro lado, muchas empresas piensan que, a través de cursos o másteres, con más o menos renombre, se pueden adquirir estas competencias. Lo cuál también genera bastante frustración, porque muchos de los elegidos para liderar equipos, que adornan sus curriculum con estas formaciones, se muestran incapaces de realizar una adecuada gestión de personas, y mucho menos saben cómo hacer equipo.
El Triángulo del Liderazgo
En el modelo CONLID que desarrollo en el libro “TEAM UP. EQUIPOS CONECTADOS”, cuando hablo de liderazgo pongo el foco en 3 competencias: tener un propósito, unos valores y ser agente del cambio o promoverlo. Cada uno de estos aspectos hace referencia a tres preguntas clave: por qué hacemos lo que hacemos (el propósito), cómo hacemos lo que hacemos (los valores) y ser capaz de transformar la realidad actual para ir a un lugar mejor (liderazgo transformacional).
El propósito, los valores y ser agentes del cambio deberían ser las habilidades claves de un líder. Aunque claro para poder llegar a eso, es necesario que un líder sea capaz de desarrollar su inteligencia emocional, algo que tiene que ver no sólo con la gestión de las emociones, sino también con su capacidad de conocerse a sí mismo, de automotivarse, de comunicar, de empatizar, etc.
Todo comienza con la Conexión
Los líderes de los grandes equipos comienzan a destacar y a forjar su liderazgo, a través de la conexión con los demás. La conexión es el elemento invisible que cualquiera es capaz de ver cuando se encuentra dentro de un equipo. Es una sensación similar a la que sentimos cuando estamos en familia. Nos sentimos seguros, y podemos mostrarnos tal y como somos. Y eso, no se consigue sin hacer nada. Se trabaja y se entrena a través del desarrollo de otras competencias o habilidades.
Un líder que quiera hacer equipo necesita construir redes de confianza dentro del equipo. Además, necesita conectar emocionalmente con los otros, practicando la empatía, lo que implica saber escuchar activa y empáticamente. Y, además, requiere desarrollar la habilidad para saber comunicar, y esto va más allá de saber hablar en público o dar un discurso tipo Al Pacino en “Un domingo cualquiera”.
Los tres recursos de un líder
Podríamos identificar tres recursos básicos para poder liderar y hacer equipo:
- En primer lugar, un líder debe ser capaz de escuchar, tanto lo que se dice como lo que no se dice. Elevar el nivel de escucha hasta llegar a lo que se conoce como la escucha empática es la base de una comunicación eficaz, y de la conexión de los equipos.
- En segundo lugar, un líder debe ser capaz de ser el guía que dirija al equipo hacia el objetivo. Nunca debe olvidarse el por qué o para qué un equipo está unido, y mantener la dirección hasta alcanzar los objetivos que se haya planteado.
- Y, en tercer lugar, mostrar unos valores que se demuestren en el día a día, dando ejemplo de aquello que se predica. Porque los valores son el estilo, es el cómo, lo que caracteriza y nos diferencia al hacer las cosas.
“No cabe duda de que la inteligencia emocional es menos común que el CI, pero mi experiencia dice que es más importante en el desarrollo de un líder.”
(Jack Welch)
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