Después de escuchar el discurso de Megan Rapinoe, en la celebración por la consecución del Mundial de Fútbol Femenino, creo que estamos ante uno de esos discursos que deberían ser escuchados por cualquier persona que tenga algún tipo de responsabilidad en la gestión de equipos, y que quiera desarrollar el liderazgo en sus equipos u organizaciones.

 

No se pueden decir más cosas en menos tiempo

 

En su discurso habló de tantos elementos que tienen que ver con el liderazgo y la gestión de equipos, que resulta difícil resumirlos en tan poco tiempo. Tres minutos y medio para hablar de lo que es un equipo y para convertirse en una líder carismática que ha conectado no sólo con el público americano, sino con cualquier persona que entienda que su discurso va más allá del fútbol, ofreciendo un mensaje global y con propósito.

 

Una líder dentro y fuera del campo

 

Rapinoe encarna las siete cualidades que Sam Walker en su libro Capitanes, establece para los capitanes de los equipos más laureados y exitosos de la historia del deporte.

  • Primero, extrema tenacidad y capacidad de concentración.
  • Segundo, agresividad y poner a prueba los límites de las normas.
  • Tercero, disposición a realizar un trabajo ingrato en la sombra.
  • Cuarto, estilo de comunicación discreto, práctico y democrático.
  • Quinto, motiva a sus compañeros a través de exhibiciones no verbales.
  • Sexto, fuertes convicciones y coraje.
  • Séptimo, férreo control emocional.

 

Cualquier persona que haya visto un par de partidos de USA durante este Mundial, puede comprobar que Rapinoe cumple con todas estas cualidades. Tanto dentro como fuera del campo.

 

Lo primero, el equipo

 

Como hacen los grandes líderes, comienza su discurso refiriéndose a sus compañeras de equipo, y pide un reconocimiento público. Habla de todas las características que están detrás de los grandes equipos, y que lamentablemente, se hace difícil de encontrar en nuestro día a día: resilientes, duros, con sentido del humor, diversos, hacen bromas, celebran los éxitos…

 

Cuando alguien habla así de su equipo, dan ganas de pertenecer a ese grupo, de querer estar ahí. Reconoce que “no hay un lugar mejor en el que quisiera estar”. Esa es la prueba del algodón, que refleja lo que es un equipo, y no un grupo. Contrasta con la realidad a la que se tienen que enfrentar muchas personas en sus respectivos grupos de trabajo, dónde lo que desean es salir corriendo cuanto antes o tomarse unas vacaciones y no volver.

 

Liderazgo carismático, inspirador, transformacional…

 

En una época en la que han surgido tantos tipos de liderazgo, es difícil ponerle nombre al liderazgo de Rapinoe. Cada uno puede ponerle el adjetivo que desee. Sin embargo, sus palabras hablan de algo que va más allá del fútbol, del deporte… Conectan con la responsabilidad que tenemos todos de hacer una comunidad o un lugar mejor.

 

“Tenemos que ser mejores”, ese el propósito final. Esto no va de ganar un partido o un Mundial, va de hacer lo que puedas para vivir mejor, para hacer un mundo mejor. Esta responsabilidad es compartida por todos, tanto los que están de acuerdo como los que no. Y, Rapinoe muestra a su equipo como ejemplo de lo que se puede llegar a ser cuando se hace eso. Cuando se mejora, cuando se ama más y se odia menos, cuando se escucha más y se habla menos, cuando se colabora, cuando se es más y más grande que antes.

 

Mensaje Megan Rapinoe

“Si tus acciones inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más y ser más, eres un líder” (John Quincy Adams)

 

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