Lecciones de un líder

La Escuela Yugoslava

Uno de mis deportes favoritos es el baloncesto. Y siempre me ha sorprendido la cantidad de grandes jugadores y entrenadores que salen de lo que antes era la antigua Yugoslavia. Cuando escuchas las palabras de casi todos ellos, aparece un nombre Aleksandar Nikolic. Considerado como uno de los precursores del baloncesto moderno hasta tal punto que se le conoce como el padre del baloncesto yugoslavo y como no, un auténtico líder.

Todos los que entrenaron con él, jugadores y actuales entrenadores, hablan de él como el “profesor”, y en líneas generales, todos coinciden en destacar que su pedagogía fue clave en sus etapas formativas y, en mayor o menor medida, siguen su metodología en los equipos que entrenan actualmente. Su método de entrenamiento, el “sistema Nikolic”, se basaba en tres aspectos bien definidos y con una serie de reglas para cada uno de ellos: el entrenamiento diario, la dirección de partido en sí y la enseñanza de fundamentos a sus jugadores.

Entrenamiento de 24 horas

Conviene destacar las palabras de uno de los actuales entrenadores yugoslavos, Svetislav Pesic, en la entrevista que hoy aparece publicada en El Mundo. En ella se recogen los aspectos más significativos de su forma de entrenar, pero ante todo es un catálogo de lecciones de un líder y de cómo dirigir a un equipo.

Cuando le preguntan por las razones del éxito de los entrenadores yugoslavos siempre responde lo mismo: trabajo, trabajo y trabajo. Y con humor sostiene que cambió su metodología de trabajo para adaptarse a España cuando regresó hace un año para entrenar al FC Barcelona: “sólo entrenaría una vez al día, pero durante todo el día.”

Este es uno de los secretos de cualquier equipo: los entrenamientos, la preparación, insistir en los detalles para mejorar continuamente. En el ámbito de la empresa, sería la formación, la adquisición de nuevas habilidades, el desarrollo del talento. Porque sin formación, no hay posibilidad de crecimiento ni de mejora ni de alcanzar mejores resultados.

Mucho más que un líder

Más allá de los aspectos relacionados con el liderazgo y la gestión de equipos, en Pesic destaca la mirada cargada de experiencia que le permite disfrutar de lo que hace, de su trabajo, de su gran pasión, el baloncesto. Y eso es absolutamente clave cuando se quiere destacar en algo.

Él lo expresa con estas palabras: “¿Quiénes son los que no se rinden? Las personan que tienen amor y que invierten en ello. No se rinden nunca. Pero si tú haces este trabajo porque no tienes otro, y no lo amas, no te gusta demasiado, te rendirás cuando lleguen los problemas.”

Lo importante es mejorar a los demás

Por otro lado, uno de los aspectos que permite mostrar su humanidad como líder es la importancia que da al hecho de mejorar a los demás, expresado en estas sabías palabras: “Tanto en la vida como en nuestro oficio de entrenador, el objetivo debe ser mejorar al resto.” Su responsabilidad consiste en aportarles, ayudarles y mejorarles. Y anima a los jugadores a que disfruten de lo que hacen, que aprovechen su tiempo.

Uno de los grandes retos de un líder, si no el más importante, es retar al equipo a que vaya más allá. Que mejore, que alcance mayores retos y objetivos. Que le permita crecer y desarrollarse. En el fondo, esa debería ser la motivación principal de un líder: llevar al equipo a mayores cotas, y sólo es posible sí cada miembro del grupo mejora.

Algunas claves para mejorar al equipo

En el último año, el equipo de basket del FC Barcelona ha mejorado ostensiblemente como demuestran los últimos resultados, y explica cómo la clave de esta mejora ha sido ofrecer respeto a los jugadores y fomentar su responsabilidad.

Aspectos que se suelen olvidar a menudo en el mundo de la empresa, dónde los resultados y la necesidad de lograr objetivos nos hace olvidar aspectos clave para mantener la motivación de los equipos: el respeto y el reconocimiento a la labor del equipo. Y al igual que un líder cuida a su equipo, también es capaz de exigirle que cada uno sea responsable de su parcela, de su trabajo.

Por último, cuando le preguntan si ganar es lo más importante, su respuesta es inequívoca: “Sí. Pero ganar es producto de lo que hacemos todos juntos.” Es decir, un equipo vive de los resultados, y esto es válido en cualquier ámbito, también en la empresa. Pero no podemos olvidar que la victoria es el producto del trabajo de todos. Los resultados llegan cuando hay un equipo.

«Sólo los mediocres quieren ganar sin entrenarse»

(Svetislav Pesic)