Maestros y líderes

Cesar Bona, es uno de los 50 mejores maestros del mundo según el Global Teacher Prize, el Premio Nobel de los profesores. Y sus reflexiones sobre el papel que deberían jugar los maestros en la educación de los niños, no es muy diferente de la que deberían tener los líderes de los equipos en las empresas u organizaciones.

El papel que juegan ambas figuras en la sociedad actual es clave para poder desarrollar y sacar el máximo potencial de las personas que dirigen, ya sean niños o adultos.

  • Un profesor debe tener claro el objetivo fundamental de su profesión: formar y desarrollar personas, que adquieran determinadas cualidades y habilidades para que puedan manejarse en el mundo.
  • Y un líder tiene que mostrar cuál es el objetivo del equipo al que dirige y marcar el rumbo hacia ese objetivo.

Una de las reflexiones que aparecen en dicha entrevista, Bona sostiene que el maestro tiene que ser capaz de crear las condiciones o el clima para que los niños desarrollen todo su talento. Exactamente la misma función que tiene un líder que quiera sacar el máximo rendimiento de los miembros de su equipo.

¿Cómo consigue un líder realizar un liderazgo efectivo?

Para lograr los objetivos que se plantea y sacar el máximo rendimiento de su equipo

Desarrollar la inteligencia emocional

La respuesta la encontramos en lo que desde hace años, Daniel Goleman viene sosteniendo. Desarrollar la inteligencia emocional de los líderes en particular, y del equipo en general.

Justamente lo mismo que Cesar Bona defiende en su libro «La Nueva Educación”. Bona sostiene la necesidad de incorporar a la educación de los niños determinadas habilidades como el autoconocimiento, la gestión de emociones, la empatía, la sensibilidad, el respeto… Habilidades que por desgracia, no pudimos aprender cuando estudiamos… y como dice el refrán “de aquellos lodos, traemos estos barros”.

Sí pensamos en la mayoría de los conflictos que tenemos en nuestra vida, ya sea en el ámbito personal o profesional, suelen estar generados por la ausencia o bajo dominio de alguna de las habilidades relativas a la inteligencia emocional:

  • Un escaso conocimiento de uno mismo,
  • Bajo autocontrol de las emociones,
  • Baja automotivación,
  • Falta de empatía para conectar con los otros
  • Escasos recursos para desarrollar determinadas habilidades sociales: comunicación asertiva, capacidad para negociar soluciones, capacidad para generar conexiones, liderazgo, etc.

Todos necesitamos aprender inteligencia emocional, un concepto que se ha puesto de moda en los últimos años, pero que sigue estando muy lejos del nivel que debería ocupar tanto en nuestra educación como en el mundo de la empresa.

“Definición de inteligencia emocional, según Daniel Goleman:

Cómo de bien nos manejamos a nosotros mismos y a nuestras relaciones.

Cómo aprender inteligencia emocional

Habrá muchos que piensen que ya es demasiado tarde para aprender. Sin embargo, hay algo en lo que todos los maestros están de acuerdo: en la necesidad de seguir aprendiendo constantemente. Y esta receta aplica a todos, tanto líderes como «curritos».

Puede que en el colegio no tuviéramos la fortuna de haber recibido clases de empatía. O de asertividad o de conocimiento de uno mismo… Pero eso no es óbice para que nos cerremos en banda, negándonos a aprender habilidades necesarias para nuestro día a día. Lo cuál nos permitirá desarrollarnos tanto en el ámbito personal como profesional.

Todo es una cuestión de actitud, de dar ejemplo. El buen maestro tiene la admiración de sus alumnos y es ese al que todos recordamos. Mientras que el líder es un ejemplo en su cometido. Es apreciado y recordado por su equipo. Para ello sólo hay que poseer algunas cualidades: valentía, mente abierta, humildad y curiosidad.

“Yo no hago nada extraordinario: sólo me divierto en clase”(César Bona).

Everybody´s got to learn – The Korgis