¿Cómo dejar de ser rehenes de nuestras expectativas gracias a un correcto coaching personal?
Uno de los principales problemas que nos encontramos, en las personas y en los equipos, es la gestión de nuestros deseos u objetivos más anhelados. Lo que definimos como la gestión de nuestras expectativas. Una expectativa es la esperanza de conseguir algo, el anhelo de que se produzca un determinado resultado. Es importante trabajar la gestión de expectativas mediante un coaching personal. Es obvio que tanto los equipos como las personas, nos movemos con el objetivo de lograr algo, unos resultados. En un equipo comercial puede ser un aumento en las ventas. En una empresa la mejora de la productividad o del clima laboral. Mientras que a nivel personal, podemos esperar una subida salarial, o un ascenso en la empresa.
“Tener expectativas es algo inherente a la naturaleza de las personas y los equipos. Siempre deseamos o esperamos algo, forma parte de nuestra motivación. El deseo es el motor que nos mueve, que nos dirige hacia un objetivo concreto. ” |
Gestión emocional de nuestros anhelos gracias al coaching personal
Si las expectativas son gestionadas correctamente a través de un coaching personal o coaching de equipos, despiertan aquellos sentimientos que suelen estar asociados a la emoción de la alegría: la felicidad, la esperanza, la curiosidad, la satisfacción… A menudo la falta de una correcta gestión que hacemos de las expectativas puede provocar todo lo contrario: tristeza, frustración, impotencia, rabia, enfado, impaciencia, resentimiento, miedo, ansiedad, preocupación, ansiedad… Esto ocurre cuando las expectativas creadas no se ajustan a la realidad o no se han trabajado correctamente mediante con un coach personal, siendo éstas demasiado elevadas o ambiciosas. También puede ocurrir cuando nos quedamos en la “espera” sin acción. Es decir, cuando no nos comprometemos con lo que queremos lograr o conseguir. Cuando no lo trabajamos.
Aquí es dónde surge una aparente contradicción entre la necesidad de tener expectativas, algo propio del mundo occidental en el que nos movemos, y dejar que las cosas ocurran “sin esperar nada, sin buscar nada, sin aferrarse a nada”, como defienden las religiones orientales (budismo, taoísmo, zen…).. |
Un ejemplo para su correcta gestión.
Phil Knight, fundador Nike, permite explicar esta aparente contradicción. Su vida es un fiel reflejo de conciliar ambos aspectos, como describe en su autobiografía “Nunca te pares”. Por un lado, la lucha continua por la supervivencia de su empresa, que se materializa en la necesidad de trabajar en pos de unos resultados y objetivos. Y por otro la transcendencia que tuvo la cultura japonesa y la filosofía zen que ha impregnado su vida y su empresa.
Las enseñanzas de Phil Knight que podemos aplicar en nuestras sesiones de coaching personal
- No parar nunca, pese a los obstáculos que puedas encontrar en el camino, sin negar la posibilidad de la rendición. “A veces hay que saber rendirse e intentar otra cosa. Eso es una genialidad”.
- Trabajar en ofrecer un producto o servicio que sirva para mejorar la vida de las personas. “Nunca son sólo negocios. Sí alguna vez se trata sólo de negocios, significará que es uno muy malo”.
- No esperes nada, no busques nada, no te aferres a nada. “No vivas con grandes expectativas, simplemente trabaja y estudia todo lo que puedas”. Nadie podría imaginar que la historia de Nike tendría su origen con los siguientes supuestos.
- Un recién licenciado que comenzó a vender zapatillas de deporte importadas de Japón en el maletero de su coche.
- Un equipo fundador formado por un hombre en silla de ruedas, dos obesos mórbidos y un fumador compulsivo.
- La empresa estuvo al borde de su desaparición en varias ocasiones por problemas de crédito con los bancos.
“En la mente del principiante hay muchas posibilidades; en la del experto hay pocas” (Shunryu Suzuki)
Si quieres conocer más acerca de la gestión de expectativas y cómo podemos ayudarte a través de nuestras sesiones de coaching personal o profesional, no dudes en contactar con nosotros.