Cuando se rompe una relación.

Hace unos días en una cena con unos amigos, estuvimos hablando sobre algunos de los problemas que tienen que afrontar en sus empresas, como responsables de equipos o de RRHH.

  • Primer caso. Responsable de un equipo de gente joven, tiene que hacer frente a una alta rotación de personal. Lo que le provocaba un desgaste emocional cada vez que tenía que afrontar una baja.
  • Segundo caso. Responsable del departamento de RRHH, tiene que enfrentarse a situaciones en las que tenía que despedir a compañeros. Y volvía a aparecer ese desgaste emocional, que supone romper un vínculo con otra persona.

En ambos casos, ambas personas tenían que afrontar situaciones estresante. La afiliación o pertenencia a un grupo nos hace crear vínculos con otras personas, creando relaciones en nuestro entorno laboral. Romper con una relación nos puede generar incomodidad a la hora de ejecutar un despido o de gestionar un equipo con una alta rotación.

Esas situaciones provocan una reacción emocional. Y aparecen los consiguientes sentimientos y estados de ánimo que alteran nuestro día a día. Ante esas situaciones, ¿qué podemos hacer como responsables de equipos?, ¿cómo podemos abordarlas?

Autocontrol emocional

La primera habilidad a tener en cuenta es el autocontrol emocional. Consiste en saber gestionar las emociones que me provocan determinados hechos.

  • El primer paso es reconocer e identificar qué emociones estoy viviendo cuando se rompe una relación con otra persona. Y suele haber más de una emoción implicada: puede ser miedo, tristeza, rabia, sorpresa…
  • El segundo paso consiste en diferenciar entre emociones secundarias y emociones primarias. Por ejemplo, inicialmente puedo sentir tristeza porque alguien se vaya (emoción secundaria). Pero en el fondo puede haber rabia por el trastorno que me genera tener que buscar a otra persona para que realice el trabajo (emoción primaria).

Sí me siento muy afectado cuando tengo que abordar una pérdida, probablemente ese “mal trago” nos esté diciendo algo importante con respecto las relaciones. Quizás tenga que buscar una alternativa que no me genere ese «desgaste emocional» cada vez que tengo que afrontar una situación de ese estilo. Puede ser un indicador de la necesidad de un cambio de puesto de trabajo. Sin embargo, no siempre es posible realizar un cambio de puesto de trabajo cuando deseamos. En ese caso, surge la pregunta clave: ¿qué hago entonces?

Herramientas para el autocontrol emocional

Este tipo de situaciones pueden afectar a mi trabajo. Por ejemplo, desatender nuestras obligaciones, o que caigamos en estados de ánimo de apatía, de crítica continuada, de desmotivación, etc.

La idea es llevar a nuestro cerebro a un estado de calma y relajación, que impida que los sentimientos asociados a esa emoción nos secuestren y nos hagan tomar malas decisiones. ¿Cómo?

  • Puede ser a través de la práctica meditativa (mindfulness).
  • Expresar mis sentimientos con alguien de confianza.
  • Escribir en un diario las emociones y sentimientos que me producen estas situaciones.

“La clave está en conocer qué emoción primaria sentimos y descubrir qué significado tiene ese emoción. Y posteriormente ser capaz de mantener la calma y la serenidad.”

Autoconciencia emocional

Este proceso de cognición de las emociones, fomenta el desarrollo de la otra competencia, la autoconciencia emocional. Nos permite reconocer cómo nuestras emociones y sentimientos, impactan en nuestro comportamiento y en las reacciones que tenemos con los demás. Cuánto más y mejor nos conozcamos, más podremos entrenar nuestra capacidad para enfrentarnos a ese tipo de situaciones críticas.

La autoconciencia emocional es un forma de desarrollar nuestro autoconocimiento, que nos permite reconocer e identificar:

  • Nuestras fortalezas
  • Nuestros valores
  • Cómo reaccionamos emocionalmente ante situaciones complejas.

Practicar el feedback dentro de nuestro entorno de confianza nos puede ayudar a identificar cómo gestionarmos nuestras emociones en situaciones de estrés.

“La persona inteligente emocionalmente tiene habilidades en cuatro áreas. Identificar emociones, usar emociones, entender emociones y regular emociones” (John D. Mayer).

Princesa – Joaquin Sabina