Gestión del cambio, ¿por qué nos cuesta tanto cambiar?

Primero, aceptar que todo es cambio

La dinastía Zhou gobernó China entre los años 770 a.C. y 220 a.C. Durante ese periodo la sociedad china vivió una época de gran cambio y desarrollo cultural. Sin embargo, en el siglo VI a.C. comenzaron a producirse grandes cambios y transformaciones continuas debido al colapso acelerado de la autoridad real. Se produjeron numerosas guerras internas hasta la desintegración de dicha dinastía. Fue en ese momento, cuando surgieron las principales figuras del pensamiento filosófico chino y que, a día de hoy, aún nos ayudan en la correcta gestión del cambio: Lao Tsé (Taoísmo) y Confucio (Confucionismo).

Uno de los principios básicos del Taoísmo es que el mundo está en permanente estado de cambio. Esta es la verdad elemental de nuestra existencia. Aceptar esto significa aceptar la vida tal y como es, no sólo abrazar el cambio cuando consideras que es bueno. Trasladar esta idea de “impermanencia de las cosas” al tiempo en el que vivimos, caracterizado por la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad, nos facilitaría las cosas a hora de afrontar el temido proceso de cambio y transformación.

En Occidente buscamos controlar el cambio

Sin embargo, en el mundo occidental pese a la extensión de técnicas orientales como la meditación o el mindfulness, y de corrientes como el budismo, el taoísmo o el budismo-zen, todavía nos cuesta aceptar esta idea. Luchamos por controlar los cambios, o mejor dicho, controlar la gestión el cambio

Para una gestión del cambio fructífera, necesitamos superar las barreras asociadas a los cambios. Desactivar las alarmas emocionales que provocan dichas situaciones, principalmente el miedo y la ira. Se necesita una comunicación clara, directa y sincera, para explicar a las personas y los equipos (y a nosotros mismos):

  • Qué beneficios van a obtener con el cambio.
  • Cuáles serán las dificultades que van a encontrar.
  • Qué aspectos desean conservar
  • Y qué sucede si deciden no cambiar.

En la gestión del cambio no basta con la comunicación, es necesario gestionar las emociones

La comunicación no es suficiente para poder afrontar un proceso de cambio. Es necesario algo más. Confucio defendía que se podía transformar la sociedad mediante el ejemplo, e identificaba en la sinceridad uno de los valores fundamentales: La sinceridad se hace evidente y manifiesta. Cuando es manifiesta, se vuelve brillante. Como es brillante, afecta a los demás. Como afecta a los demás, logra cambiarlos. Y como los cambia, se transforman. Sólo el que posee la sinceridad más absoluta que hay bajo el Cielo puede transformar al otro”.

Cambiar no es fácil, ya que los cambios siempre generan incertidumbre e incomodidad. El cambio da miedo, nos bloquea, nos hace huir o defendernos con todas nuestras fuerzas para mantener una posición que pensamos que nos pertenece por derecho. Y además nos enfada, nos provoca una ira que puede ser descontrolada y hacer embestir contra cualquiera, o incluso peor, puede ser reprimida y hundirnos en el resentimiento.

“Esas emociones que están ahí en un proceso de cambio, hay que saber gestionarlas, verlas y sentirlas… hasta que podamos soltarlas. La buena noticia es que todos estamos capacitados para hacerlo. ”

Buscando respuestas a través de la ciencia

Como ha descubierto la neurociencia años atrás, nuestro cerebro está preparado para abordar esos cambios. Cuando estamos en un periodo de cambio, se ha detectado una mayor actividad del lóbulo prefrontal, que nos permite:

  • Activar nuestra capacidad de aprendizaje
  • Desarrollar nuestro espíritu explorador
  • Aumentar la atención en el entorno
  • Y, finalmente, despertar nuestra creatividad.

Cuando nos referimos a procesos de cambio o transformación muy profundos, que exigen tiempo para adaptarnos a situaciones nuevas y desconocidas, no hay recetas mágicas que permitan realizarlos de la noche a la mañana. Es necesario tomar conciencia y aceptar la siguiente afirmación del maestro zen, Shunryu Suzuki: Que las cosas cambian es la razón por la cual sufres y te desalientas en este mundo. Cuando modificas tu comprensión y tu forma de vivir puedes disfrutar completamente de tu nueva vida en cada momento. La evanescencia de las cosas es el motivo por el que disfrutas de la vida.”

«El obstáculo es el camino» (Tradición Zen)

Here I Go Again – Whitesnake

Si estás pensando en abordar un proceso de cambio o crecimiento personal o profesional, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de ayudarte con esta nueva etapa de tu vida.