Alguna vez hemos sentido envidia.

Cuando hemos visto a una persona disfrutar del trabajo que realizaba. Y nos hubiera gustado conocer qué tecla teníamos que accionar para conseguir sentir lo mismo. M. Csikszentmihalyi definió ese tipo de experiencia como flow o flujo o fluir.

El flujo es un estado en el cuál las personas se hallan tan involucradas en la actividad, que nada más parece importarles.   Consideran la experiencia tan placentera que la realizan incluso aunque tenga un coste elevado, por el puro motivo de hacerla.

“En el flujo confluyen los tres elementos que todos desearíamos tener en nuestros trabajos: la motivación, la satisfacción vital y la felicidad.”

Un ejemplo de «flujo o fluir», basado en una historia real

John Thackery (Clive Owen), protagonista de la serie The Knick es un prestigioso cirujano que trabaja en el hospital Knickerbocker de Nueva York a finales del s. XIX. Es un adelantado a su tiempo, pero también es cuestionado por sus métodos y sus nuevas técnicas, en una sociedad conservadora.

La actividad que realiza, la cirugía se considera uno de los trabajos dónde aparece con relativa frecuencia el estado de flujo. Para que se produzca este estado, es necesario que aparezcan una serie de elementos.

Primer elemento: una actividad desafiante

La actividad debe requerir un nivel de habilidad determinado. La tarea debe tener una meta clara y que suponga un logro para conseguirla. Esto nos exigirá contar con unas habilidades adecuadas. Un escritor, un programador, un arquitecto, un ingeniero, un músico, un pintor, un profesor…realizan actividades que requieren un nivel de expertise necesario para lograr sus objetivos.

Segundo elemento: el empleo de toda nuestra atención

Las personas están tan involucradas en lo que están haciendo que la actividad llega a ser espontánea, casi automática. En el momento en que estamos realizando dicha actividad nos olvidamos de otros pensamientos y preocupaciones.  Toda nuestra atención está fijada en eso que hacemos. Por ejemplo, mientras escribo este post toda mi atención se ha centrado en la actividad de escribir.

“Para estar en flujo, la actividad debe ser desafiante, que exija un nivel de habilidad determinado y requerir el empleo de toda nuestra atención.”

Tercer elemento: perder la noción del tiempo

Mientras realicemos este tipo de actividades, el tiempo parece no pasar del modo que ordinariamente lo hace. A menudo las horas que transcurren parecen minutos, y tenemos esa sensación de haber perdido la noción del tiempo.

Todos hemos tenido alguna vez esa sensación, cuando estábamos haciendo algo que nos fascinaba: por ejemplo, leer un libro o escribir una carta o practicar un deporte o una conversación interesante con un amigo. El protagonista de la serie, se pasa noches en vela investigando sobre nuevas técnicas para aplicar en sus intervenciones quirúrgicas, o haciendo experimentos con animales muertos para ganar destreza en sus intervenciones con personas.

Cuarto elemento: sensación de control

En experiencias flujo, se produce una sensación de control incluso realizando tareas complejas. Somos capaces de controlar y manejar la situación, reduciendo el margen de error a cero. Por ejemplo, un esquiador experimentado puede descender por una pista negra, sintiendo dicho control, aunque el descenso sea exigente.

“En una actividad flujo, tenemos la noción de perdida de tiempo, y una sensación de control, incluso realizando una tare compleja.”

Quinto elemento: pérdida de conciencia

Desaparece el ego, no necesito preocuparme por mi personalidad para hacer frente a ese desafío. Conseguimos expandirnos e ir más allá de nuestros límites.

En una actividad como la cirugía aparecen todos estos elementos. El ejemplo de este personaje sirve para reflejar la consecuencia directa de tener pasión por la actividad que practicas. Esto le permitió llegar a ser uno de los referentes de la cirugía de la época, alcanzando un gran reconocimiento en su entorno, pese a su adicción a la cocaína, y sus métodos poco convencionales.

Para llegar a este dominio, es necesario estar en esa corriente de flujo. Enfrentarnos a desafíos que se encuentran dentro del ámbito de nuestras habilidades. E ir haciendo mayores los desafíos para hacer crecer nuestras habilidades.

“La clave para mantener esa experiencia flujo es precisamente EVITAR:

  • Desafíos muy ambiciosos que no podamos afrontar con nuestras habilidades y que generan frustración.
  • Y desafíos demasiado simples que me llevarían al aburrimiento.

En ambos casos, abandonaríamos la actividad.”

“Dos caminos se bifurcaban en el bosque, y yo tomé el menos transitado. Y eso lo cambió todo” (Robert Frost)