Tres acciones para construir equipos a través de la experiencia
Contrastes
Hace unos días tuve la oportunidad de compartir mesa con un ex-directivo de una gran empresa. Durante la comida nos contó multitud de anécdotas que vivió durante su etapa laboral. Ahora ya jubilado, sigue manteniendo el contacto con la empresa que vio crecer. Colabora en alguna formación con el objetivo de compartir su experiencia y ayudar a las nuevas generaciones que se van incorporando.
Contrasta con una realidad a la que hacía referencia Joan Manuel Serrat esta semana. Durante la entrevista, se lamentaba del maltrato que nuestra sociedad infiere a la tercera edad:
«Quizá yo lo que reprochó en este sentido, es el mal comportamiento que tenemos con los viejos. Y que en el momento en que la vida, en que el ser humano precisa más de los seres humanos, de la compañía y del cariño, lo que encuentra es soledad, abandono, oscuridad y maltrato (…). No es tanto el deterioro de la vida… Lo que más duele es el comportamiento de los demás, de los de alrededor, del Estado, de la sociedad. Vivimos en una sociedad que venera a la juventud y que le saca toda la pasta que puede. Los viejos no tienen dinero y les condenamos al ostracismo.»
Despreciamos la experiencia
El aprendizaje y la sabiduría se basa en experiencias. Y son las personas que ya han vivido mil batallas las que mejor pueden enseñar o ayudar a entender a los que somos más jóvenes situaciones que ellos ya vivieron.
Sin embargo, como en la sociedad, en el mundo de la empresa y de los equipos, en demasiadas ocasiones nos olvidamos de ellos. Personas con una experiencia valiosísima que podrían ayudar a abordar determinadas situaciones o retos.
“La cuestión está en no olvidarnos de aquellas personas que pueden seguir aportando su sabiduría. Y aprender de su experiencia, sobre cómo afrontaron situaciones calcadas a las que hoy se enfrenta cualquier gestor o responsable de equipo.” |
Los conflictos interpersonales se repiten
Hoy conviven en el mundo laboral tres generaciones diferentes: los Baby Boomers, la Generación X y los Millenials. Muchos hablan de la dificultad de hacer cohabitar en un mismo ecosistema, tres generaciones tan distintas y con diferente forma de ver la vida.
Sin embargo, aunque las mentalidades hayan cambiado, los conflictos interpersonales son los mismos. Cómo abordar una conversación para decirle a alguien que va a ser despedido o que no va a conseguir un ascenso, cómo llegar a un consenso cuando existen diferentes puntos de vista, cómo reparar una relación cuando se ha sido injusto con alguien, cómo dar feedback sobre un área de mejora…
Escuchar su vivencia
Cuando hablamos de construir equipos, uno de los elementos cruciales es saber manejar las relaciones sociales. En general, no hay equipos homogeneos. Los equipos son un crisol de personalidades muy distintas y con diferentes formas de percibir la vida. Compatibilizar en el mismo equipo la diversidad de caracteres y personalidades ha sido, es y será el reto de cualquier responsable de equipos.
Escuchar las experiencias que vivieron las personas que ya están fuera de la vida laboral sobre cómo lograron resolver los retos a los que se enfrentaron, es un elemento valiosísimo para resolver situaciones como las expuestas arriba.
“Crear comités de sabios, invitar a antiguos responsables a algunas reuniones, incorporarles en charlas formativas, nombrarles mentores de futuros gestores… Son algunas de acciones que nos ayudan a seguir en contacto con ellos. Esto permite a los equipos, empresas y organizaciones a ser más sabias y resolver mejor sus problemas.” |
“Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla.” (Cicerón)