¿Qué vas a hacer en Navidad con tu equipo?

La paradoja del teletrabajo.

En las últimas semanas, muchas empresas han decidido que es el momento de volver a la oficina. Otras lo harán en los próximos meses. Este hecho ha provocado multitud de reacciones entre las personas afectadas por esta medida. Se mezclan el miedo, la rabia, la tristeza y, también la alegría, en algunos casos. Un cóctel de emociones que necesitan ser gestionadas con inteligencia para no hacer estallar la vida diaria de un equipo.

 

La vuelta a la oficina se puede resumir del siguiente modo. La mayor parte de quienes han experimentado el teletrabajo no desean volver a la oficina. Las razones son variadas. Desde los que sienten miedo por volver, hasta los que se han acostumbrado a trabajar desde casa ahorrándose atascos, conciliando mejor su vida familiar y pudiéndose centrar en la tarea sin que nadie les moleste. No obstante, echan de menos las relaciones sociales con el equipo. El café de la mañana, la comida con clientes o compañeros, las cañas al terminar la jornada, las conversaciones de fútbol o el último cotilleo del mundo de la farándula. Así somos. Necesitamos CONECTAR e INTERACTUAR con el otro. Por algo somos seres sociales.

 

Interactuar con el equipo…presencialmente

Uno de los elementos clave para HACER EQUIPO es promover el número de interacciones entre los diferentes miembros del grupo. Da igual si es por temas concretos relacionados con el trabajo o para conversar sobre cualquier otro tema. Ya sea una reunión de trabajo o una comida en la que se converse sobre un tema alejado de nuestra actividad principal. La cuestión es interactuar, conectar, comunicar… PRESENCIALMENTE y CON SENTIDO.

 

Explica Alfredo Rodríguez-Muñoz, psicólogo, profesor e investigador de la Universidad Complutense de Madrid, en un artículo publicado en La Vanguardia, que:

 

“Uno de los aspectos negativos del teletrabajo es la sensación de aislamiento y soledad, debido al poco contacto presencial con el resto de los empleados. La interacción cara a cara refuerza nuestro sentido de pertenencia a la organización. Se ha sugerido que los teletrabajadores deberían pasar al menos un 20% de su jornada laboral en la oficina para evitar esa sensación de aislamiento y la frustración social asociada”

 

Interacciones sociales con propósito

Todas esas interacciones informales que surgían espontáneamente en la oficina (un café, una conversación en un pasillo, una comida, etc) eran clave para el desarrollo de las relaciones sociales. Actividades como el mentoring, las reuniones de trabajo, compartir conocimientos o el saludo por pura amabilidad al cruzarnos con alguien, reforzaban los vínculos entre las personas que formaban parte de una organización. Como expone Lourdes Luceño, profesora Titular de Psicología del Trabajo en la Universidad Complutense de Madrid, en dicho artículo:

 

Las relaciones sociales con los compañeros son fundamentales porque aportan apoyo social. Esto es un amortiguador del estrés y hace superar aquellas situaciones complicadas y el estrés del día a día”

 

Ahora bien, los cafés, las comidas, las cañas o las copas tan habituales en las fechas que se avecinan, cumplen una función social. Permiten mantener el contacto e interactuar con compañeros a los que no vemos desde hace tiempo. Pero para hacer equipo, necesitamos algo más. Por eso, hoy más que nunca, es vital aprovechar esos momentos sociales que se aproximan para darle un sentido y un significado:

 

«Ayudar a reforzar vínculos y fomentar ese espíritu de pertenencia que en el último año y medio se ha perdido en la mayoría de las empresas y equipos.»

 

¿Otra vez las cenas o comidas de Navidad?

¿Qué vas a hacer en Navidad con tu equipo?

Por eso, sí la pandemia lo permite, cuando en las próximas semanas nos volvamos a juntar en la típica comida o cena de Navidad, podemos darle un nuevo enfoque. Es obvio que este tipo de reuniones son el momento ideal para volver a conectar, a hablar, a conversar con los compañeros y amigos. También para divertirse, echar unas risas y brindar por el año nuevo y el que se va. Incluso, terminar con unas copas y esperar que la noche no nos confunda. Aunque las estadísticas indican que es el momento donde se producen más infidelidades.

 

Sí además de hablar, conversar, divertirnos, reírnos, brindar y bailar, podemos hacerlo desde otro lugar, estaremos “matando dos pájaros de un tiro”.  La clave es dar un significado a este evento haciendo algo diferente. Reservar un espacio de tiempo para compartir experiencias e ideas. Dar participación a los más tímidos y reservados. Comunicar desde lo que se dice, pero también escuchando las historias de los compañeros. Generar un espacio de confianza donde mostrarnos tal y como somos. O trabajar en equipo en pequeños retos que nos ayuden a conocernos más y mejor. Todo eso se puede hacer jugando con las piezas de Lego, construyendo y creando, por ejemplo, qué queremos para el nuevo año que comenzará en sólo 58 días.

 

“Pan y fiestas mantienen al pueblo quieto.”

(Lorenzo de Medici)

 

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