¿Cómo destruir un equipo en 24 horas?

Todo son opiniones

En las últimas horas he escuchado o leído las palabras equipo, valores y liderazgo, a raíz de la destitución de Julen Lopetegui como Seleccionador Nacional. Este hecho ha generado un intenso debate sobre sí la RFEF ha acertado con el cese, dividiendo a España entre los que están a favor y los que están en contra.

Este post es sólo una opinión o interpretación. Y esta es la principal complicación de un tema como este: interpretamos sin tener todos los datos. Desconocemos cuáles eran los anhelos, deseos o necesidades del protagonista de la historia. Quizá su deseo desde siempre fue entrenar al R. Madrid, o nunca pensó que se podría armar el revuelo de las últimas horas, o puede que pensara que obrando del modo que lo hizo iba a ser lo mejor para el equipo o para él.

La realidad es que su comportamiento ha provocado una situación que inevitablemente afecta al equipo, al liderazgo y a los valores que conforman la identidad de un equipo.

Responsabilidad, compromiso y ejemplo

En mi opinión, hay una manifiesta falta de responsabilidad. Sí en algo estamos de acuerdo todos los aficionados al fútbol, es que el Mundial es la cita más importante en el planeta fútbol. La responsabilidad de cualquier persona que esté en este momento en este evento, debería estar centrada en eso. En su trabajo, en su tarea…

En segundo lugar, la situación refleja una falta de compromiso con el equipo y con la empresa a la que pertenece. Más aún cuando hace menos de tres semanas, había firmado una renovación para continuar en el puesto hasta 2020. El compromiso se manifiesta en mantener la palabra, en perseguir un objetivo porque se cree firmemente en él, en no abandonar el barco…

En tercer lugar, si hay algún mandamiento que en cualquier manual de liderazgo encontramos, este es el ejemplo. Durante varias semanas y días, el Seleccionador pidió a sus jugadores que estuvieran centrados en lo que tenían entre manos, que no era otra que volver a ser Campeones del Mundo. Y solicitó máxima atención y no distraerse con posibles fichajes, cambios de equipos, etc. ¿Qué mensaje está enviando a su equipo cuando él ha hecho justamente lo contrario?

Los valores son una cuestión de fondo

Y, por último, y no menos importante, los valores. Es difícil entrar en este tema, y todos tendemos a relativizar, como decía Groucho Marx, “estos son mis valores, si no le gustan tengo otros”. Sin embargo, creo que no todo vale. Creo que las formas son importantes. Que no se puede hacer determinadas cosas en determinados momentos. Y aquí creo que no se han respetado valores como la honestidad, el compromiso, la lealtad…

Podríamos calificar el caso, como el ejemplo perfecto de cómo destruir un equipo, tocando aspectos clave como la capacidad de liderazgo, los valores, el compromiso, la responsabilidad o el ejemplo. Sin embargo, y a veces sucede, estas cosas pueden acabar uniendo al equipo, y remontar una situación complicadísima. Le pasó a Italia en los Mundiales de 1982 y 2006…

¿Qué se necesita? Un equipo, un líder y suerte, mucha suerte.

“Nuestro problema no es encontrar mejores valores, sino ser fieles a aquellos que profesamos.” (John W. Gardner)