Equipos dogmáticos Vs Equipos inteligentes

Los equipos dependen de sus circunstancias

La frase más famosa de Ortega y Gasset es “yo soy yo y mi circunstancia”. La circunstancia son todas aquellas cosas que nos rodean, y que denominamos contexto. Al igual que nuestra identidad no se entiende en soledad, sino que se construye en relación con personas, lugares, eventos, etc, la identidad de los equipos no se puede entender sin tener en cuenta a cada miembro del mismo y sus circunstancias.

Sin embargo, uno de los errores más frecuentes de las personas y los grupos es caer en el dogmatismo, despreciando las circunstancias que nos rodean. Los “equipos dogmáticos” se caracterizan por poseer un conjunto de creencias absolutistas o rígidas, dónde prima la intolerancia hacia los demás, y se manifiesta en actitudes de querer tener la razón o imponer el punto de vista de unos pocos.

El postureo

De esta forma, se deja fuera a todo aquel que piense de una forma diferente. Y para evitar quedar fuera, muchos miembros del grupo falsifican su yo. Fingen estar de acuerdo con el pensamiento único. Es el famoso postureo”. Estas personas construyen su identidad en base a una realidad que no es propia, aparentando algo que no son.

Cuando aceptamos un trabajo para el que no estamos capacitados, cuando aparentamos ser invulnerables, cuando priorizamos la seguridad y el dinero en detrimento de un trabajo que nos motive o enganche…Todo esto nos aleja de nuestro yo real, y perjudica al equipo. Las personas que viven en un continuo postureo se auto-engañan y se perjudican a sí mismas.

El perspectivismo

Se conoce por este término, lo que Ortega llamó “la doctrina del punto de vista”, que se resume en la diferente percepción que tienen dos personas de una misma cosa. En realidad, la suma de las perspectivas debería ser mejor que tener solo la propia, ya que nos permite enriquecernos con las perspectivas de los demás.

Sin embargo, la realidad es que nos cuesta horrores salir de nuestro mapa, de nuestra voz interna o nuestro yo, y no estamos dispuestos a escuchar a los demás. Es curioso, porque cuando un grupo considera que tiene un problema de comunicación, rara es la vez que reparan en la necesidad de aprender a escuchar al otro.

Pensamiento crítico

diferencias de equiposCualquier equipo vive diferentes realidades, que están determinadas por las circunstancias de cada miembro del grupo. Por eso es tan complicado hacer cohabitar todas esas realidades, y que un equipo funcione.

Sin embargo, es necesario comprender a los demás y las cosas que ocurren a nuestro alrededor. Tener en cuenta nuestra circunstancia, lo que está fuera de nosotros. De esta forma, la realidad del grupo saldrá enriquecida mientras más puntos de vista tengamos sobre la misma. Para ello es necesario desarrollar una mente flexible, manteniendo una actitud abierta a diferentes alternativas, revisando creencias limitantes y aceptando opiniones contrarias a las nuestras. En suma, desarrollar un pensamiento crítico.

Tener las cosas claras

Como consecuencia, la suma de diferentes puntos de vista, de perspectivas, nos proporciona una visión de la realidad más auténtica. Aunque corremos el riesgo de perdernos en múltiples realidades, si no somos capaces de enfocar.

Y para eso es necesario otro elemento clave en la vida de las personas y de los equipos: tener una visión clara de dónde queremos llegar. Los equipos deben tener claras algunas cosas: los objetivos, el propósito, los valores, las reglas a seguir…Este es un elemento vital, si queremos liderar cualquier proyecto, ya sea a título personal, o colectivo.

“Un equipo inteligente es aquel que se atreve a pensar y a aceptar las ideas de otros que piensan de forma radicalmente diferente a la suya.”