¿Podemos resolver un conflicto personal dentro de un equipo?

¿Qué haces cuando no tragas a alguien?

Hace unas semanas, Daniel Goleman pronunciaba estas palabras: “La mayor parte de los empleados se van porque odian a su jefe”. Más allá del cargo que ocupe cada persona dentro de un equipo, los conflictos pueden surgir entre cualquier miembro del mismo. La cuestión es cómo resolvemos un conflicto personal. ¿Se puede resolver realmente un conflicto cuando se ha llegado al odio, a la repulsa o al desdén?, ¿Cuáles son las herramientas que disponemos?, ¿Se pueden encontrar aspectos positivos en la otra persona en esas situaciones?

Definir dónde surge el conflicto

Lo primero que habría que hacer es identificar las causas o el origen que ha provocado el conflicto. Si el conflicto viene ocasionado porque se están haciendo las cosas mal, y alguien es capaz de levantar la voz, es posible solucionar las cosas. Siempre y cuando no se deje pasar demasiado tiempo, la situación se enquiste y el conflicto de tarea se transforme en un conflicto personal.

Incluso, se podría abordar un conflicto personal o de relación en sus fases iniciales, siempre y cuando los protagonistas busquen y reconozcan los aspectos positivos del otro y trabajen en pos de un objetivo compartido. En esta fase, la inteligencia emocional de los implicados es vital. Se traduce en desarrollar la habilidad de la empatía y una comunicación asertiva que permita expresar sus necesidades y deseos, respetando al otro.

La empatía ayuda a resolver conflictos…

Uno de los mayores problemas a la hora de resolver un conflicto personal, es nuestra dificultad para desarrollar la habilidad de la empatía. En general, solemos hacer juicios sobre si nos gusta o no una persona, ubicándola en dos grupos. Los que nos caen simpáticos, porque compartimos opiniones, ideas o porque sentimos feeling. Y los que nos caen antipáticos, por justamente lo contrario a lo anterior.

La empatía nos sitúa en el término medio entre la simpatía y la antipatía. Se define como la capacidad genuina de ver el mundo a través de los ojos del otro. Cuando empatizamos somos capaces de percibir los sentimientos y emociones del otro, pese a que no compartamos los mismos argumentos o razonamientos. La empatía nos hace ver aspectos más allá de lo que nos dice nuestra razón o nuestras posiciones dogmáticas acerca de cualquier tema. La empatía nos permite conectar con otros, y nace con la escucha activa y apagando nuestra radio.

Si el conflicto personal llega al odio…

Sin embargo, cuando en una relación aparecen sentimientos de repulsión, rechazo o aversión, apelar a ser más empáticos y mostrar una comunicación más asertiva es algo utópico e irreal. La realidad nos muestra que la gente se va de los trabajos porque ha llegado a un punto de no retorno con sus jefes o con determinados compañeros.

Cuando la relación está rota, difícilmente vamos a poder identificar los aspectos positivos de alguien o buscar puntos de encuentro. Incluso, prolongar una relación de este tipo puede ser muy perjudicial para ambas partes.

¿Qué hacemos en esa situación?

La primera solución pasa por asumir la situación y decidir quedarte porque no tienes más opciones o porque no ves clara cuál es la alternativa. El problema aquí es caer en el victimismo y la queja. La estrategia más efectiva pasaría por gestionar mejor los sentimientos negativos que genera tu jefe o compañero, enfocándote en la tarea; y buscar aliados para que puedan hablar bien de ti y que eso haga cambiar la opinión y actitud de la otra persona con la que mantienes el conflicto.

La segunda solución implica romper relaciones definitivamente, y salir del equipo. Te vas porque ya no puedes más, ni quieres continuar con el desgaste emocional que supone esa relación. El problema aquí, es que muchos dirán que no puedo irme de una empresa porque tengo que pagar facturas, seguir viviendo, etc… En este caso, la cuestión es qué actitud eliges tener si decides quedarte: la queja continua o cambiar de actitud buscando estrategias como las anteriores.

Y tú ¿qué harías o cómo solucionarías un conflicto personal? Deja tus comentarios.

“Todo lo que te da miedo es una oportunidad para conocerte mejor.” (Robin Sharma)

Conflictos interpersonales – For The Byrds