Algunos trucos para abordar el conflicto en los equipos

Caracteres incompatibles

Cada vez que nos levantamos por la mañana, ponemos en marcha nuestra peculiar forma de ver el mundo. Porque no vemos las cosas como son, sino que vemos las cosas como somos. Así cuando llegamos a la oficina y nos encontramos con nuestros compañeros, existe una probabilidad muy elevada a que se desate un conflicto ante diferentes visiones que tenemos sobre un hecho, un problema o un objetivo a conseguir.

Ante un tema menor, podemos ser condescendientes y aceptar otras opiniones, siempre que no toque nuestro ego o algún valor de vital importancia. Sin embargo, cuando estamos en una reunión de equipo, y se cuestiona nuestro trabajo o se nos sugiere una forma diferente de hacer las cosas, saltamos como fieras, y aparece el temido conflicto. El ego y querer imponer nuestra razón, hace que el conflicto sea inevitable.

La ausencia de conflictos

Sostiene Patrick Lencioni que una de las disfuncionalidades principales dentro de los equipos es la ausencia de conflictos. Se ha demostrado que los peores resultados se producen cuando los grupos de trabajo llegan a acuerdos irreflexivos.

Sin embargo, es común encontrarnos con equipos dónde existe una armonía artificial y dónde parece que nunca pasa nada, o nunca se llegan a abordar algunos temas tabús. Es lo que yo suelo definir como “equipos Disney”, dónde todo es maravilloso.

Ahora bien, creo que es importante establecer cuando abordar un conflicto es positivo y cuando no aporta nada. En este sentido, la profesora de Stanford Karen Jehn, definió dos tipos de conflicto: conflicto personal y conflicto de tarea.

Conflictos personales

No hay nada más insufrible que llegar a tu lugar de trabajo y tener que convivir con un compañero al que no tragas. El conflicto personal disminuye el rendimiento de un equipo. Afecta a los niveles de confianza y cohesión del equipo. Provoca una caída en la satisfacción de los miembros del grupo y hace caer el compromiso.

Abordar un conflicto personal o de relación entre dos personas, sólo es posible bajo un par de premisas:

  • Que las personas que mantienen el conflicto busquen los aspectos positivos del otro, aquello que acerca a ambas personas,
  • y trabajar en pos de un objetivo compartido.

Sí esta premisa no se cumple, el conflicto nunca se resolverá, y abordarlo no aportará nada. Estará condenado a que alguna de ellas o ambas salgan del equipo.

Conflictos de tarea

A nadie le gusta que le digan que está haciendo mal su trabajo. Sin embargo, hacer observaciones prácticas sobre lo que se está haciendo mal, es necesario para que un equipo mejore el rendimiento.

Para poder abordar un conflicto en equipo, y que alguien sea capaz de levantarse y decir “esto lo estamos haciendo mal”, son necesarias dos cosas:

  • Establecer unos altos niveles de confianza dentro del grupo,
  • y tener la valentía y el coraje de levantar la voz.

Ahora bien, para que el conflicto sea realmente efectivo, debe tratarse de equipos que operen en un entorno de alta presión. ¿Qué significa esto? Trabajos en los que se producen resultados inmediatos y cuantificables. En otras palabras, los equipos que reciben una respuesta rápida y concreta sobre el mayor o menor grado de acierto de su trabajo obtienen mejores resultados cuando discuten sobre los detalles de su tarea.

“Todos los grandes líderes se encontrarán justo en medio del conflicto” (Richard Hackman)

Janis Joplin – Me and Bobby McGee