La confianza se entrena

Compromiso y motivación en los equipos

Hace unos días, Svetislav Pesic, entrenador del FC Barcelona de baloncesto, concedía una entrevista, dónde repasaba algunos de los aspectos más relevantes de su filosofía de trabajo. En ella aparecían palabras como respeto, capacidad para ayudar, comunicación fluida, mensajes claros, simplificar las cosas, objetivos concretos, sencillez, normas… y un titular que refleja una de las claves de los equipos: “la confianza se entrena”.

La confianza como piedra angular de los equipos

No basta sólo con entronizar esta palabra. La confianza es clave tanto a nivel individual para afrontar retos y situaciones de cambio, como a nivel colectivo. Las relaciones con otras personas se sostienen a través de la confianza. Y la confianza se entrena, se prepara y se trabaja.

Cuando conocemos a una persona o entramos en un equipo no hay nada entre nosotros. La confianza se va construyendo poco a poco. Sentimos y percibimos que podemos confiar en alguien por su capacidad o competencia para hacer algo, por la credibilidad que nos muestra en sus actos y por su coherencia entre lo que dice y hace. De la misma forma, alguien confiará en nosotros por estos mismos elementos.

Esto se va dando con el tiempo, a través de diferentes interacciones. A medida que nos vamos conociendo y viviendo experiencias. Y es entonces cuando se van construyendo las relaciones de confianza.

Necesitamos algo más

Sin embargo, no es suficiente con llevarnos bien, tener feeling o demostrar que somos confiables. Hay una prueba de fuego, y es la de mostrar nuestras debilidades. Algo muy alejado de la cultura en la que hemos sido educados.

Pensamos que sólo desde la invulnerabilidad podemos resolver nuestros problemas. Y solemos aparecer con una coraza de superhéroe con la que batirnos en nuestros trabajos o dentro de las empresas. Sin embargo, cualquier equipo está compuesto por personas. Con sus fortalezas y debilidades, y a medida que nos reconocemos a nosotros mismos y al otro, nos damos cuenta de ello. Somos humanos, no somos superhéroes.

A diferencia de la creencia más extendida, la debilidad nos une. Nos reconocemos en otros, nos damos cuenta que también somos humanos, y necesitamos unirnos para superar un reto, un obstáculo… Y comienza a surgir un sentimiento de unión, de pertenencia a algo mucho más grande que cuando sólo nos vemos como héroes.

¿Cómo entrenamos la confianza?

Mostrándonos tal y como somos, porque ahí radica nuestra autenticidad. Sí queremos construir un equipo de alto rendimiento, todo comienza aquí. Y eso significa también mostrar nuestra vulnerabilidad.

  • Creando un clima para compartir experiencias emocionales: secretos, deseos personales, anhelos, debilidades…
  • Desarrollando el autoconocimiento de cada miembro del equipo reconociendo sus fortalezas, valores, talentos… y también se reconozca en situaciones de vulnerabilidad. Y poniéndolo en conocimiento del equipo.
  • Trabajando la comunicación a través de conversaciones de calidad, con mensajes claros y sencillos, dónde se fomente la reflexión y el pensamiento crítico.
  • Abandonando posiciones dogmáticas («yo tengo la razón») y autocomplacientes («yo ya lo sé»), para adoptar posiciones de apertura a las ideas de otros y de aprendizaje y mejora continua.

“La pelea se gana o se pierde lejos de los testigos, en la trastienda, en el gimnasio, mucho antes de salir a bailar bajo las luces” (Muhammad Ali)

Trust in me – Joe Cocker (featuring Sass Jordan)