Fe en el equipo.
La confianza dentro de un equipo es la seguridad que tienen todos los componentes del mismo sobre las intenciones de cada uno de sus compañeros. No hay necesidad de desconfiar de ninguno de ellos, ni de ser cauteloso dentro del grupo, y esto es lo nos permite confiar en los demás.
Etimológicamente, el significado de la palabra CONFIANZA proviene del latín “confidentia“. Dónde el prefijo “CON” significa “junto, todo, con”, y el término latino “FIDES”, significa “fe”. Por lo tanto, el significado de la palabra completa es “con toda la fe”, “con absoluta convicción“.
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“La confianza es el primer pilar sobre el que se construyen todos los equipos. No es posible crear un equipo, sí los componentes del mismo no tienen una convicción absoluta en las aptitudes y las actitudes del resto de compañeros.” |
Cuando formamos parte de un equipo, cada componente aporta su granito de arena. Y se convierte en una pieza importante dentro del engranaje del equipo, cumpliendo su cometido. Sí alguien falla, el equipo se resiente.
Las tres patas de la mesa
La confianza se construye. La confianza es uno de los grandes músculos que mueven a un equipo, y para construirla es necesario trabajarla individual y colectivamente. Este es una de las primeras tareas que tienen que acometer los líderes de los equipos: crear entornos de confianza, que permitan a los componentes del mismo tener fe absoluta en los compañeros.
La confianza nace en cada miembro del equipo, cuando es capaz de mostrar los tres aspectos que definen este concepto: sinceridad, competencia y credibilidad.
- La sinceridad se demuestra cuando somos coherentes entre lo que pensamos, decimos y hacemos.
- La competencia nos permite demostrar nuestras capacidades. Son las aptitudes capaces de generar resultados.
- La credibidilidad muestra nuestro bagaje, nuestro histórico. Es lo que nos permite ser predecibles.
Cuando los componentes de un equipo desarrollan estos tres atributos, la confianza individual de cada miembro comienza a crecer de forma exponencial. Y produce un efecto recíproco en cada miembro del equipo, generando la confiabilidad. Sin embargo, no es suficiente mostrar sólo nuestra mejor cara o nuestro mejor quehacer.
Mostrar nuestras debilidades nos hace más fuerte como equipo
Las personas no somos «supermanes». Todos tenemos días malos, en los que nos cuesta dar nuestra mejor versión. En esos días, necesitamos sentirnos arropados por el resto del equipo, como cuando el bajista de un grupo, cubre al guitarrista que se despista con una nota. La capacidad para arropar al otro, para asumir sus errores aquellos días en los que nada le sale bien, sólo se producirá cuando todos sean capaces de mostrar su vulnerabilidad.
Cualquier equipo de alto rendimiento necesita trabajar sus debilidades, sus limitaciones. Porque cuando las mostramos, estamos reconociendo que necesitamos aprender algo. Es el momento en que somos capaces de decir “no se” ante determinados hechos o situaciones, y que necesitamos ayuda.
Mostrar nuestra vulnerabilidad nos humaniza. Nos conecta con el otro, con nuestros compañeros. Porque nos vemos reflejados en la debilidad del otro, y tomamos conciencia que todos cometemos errores y que nos somos infalibles. Todos tenemos puntos débiles, y la forma de superarlos es a través del reconocimiento público ante el equipo.
Este reconocimiento puede partir de uno mismo. Es un ejercicio dónde se trabaja la sinceridad fortaleciendo la confianza personal y la confianza de grupo. Cuando una persona realiza esta declaración pública, se siente reconfortado por haber expresado algo que estaba ocultando por miedo o vergüenza. La falta de consfianza para mostrar quién soy provoca tensión, estrés e inseguridad. No hay necesidad de ocultar nada, simplemente expresamos lo que somos, lo compartimos con el resto del equipo, para ser más equipo.
Cómo se manifiesta la ausencia de confianza
Es fácil comprobar la ausencia de confianza dentro de los equipos:
- La falta de sinceridad
- El miedo expresado en actitudes defensivas o transmitiendo información parcial
- La ocultación de errores
- Las quejas, los reproches, las acusaciones…
- La existencia de temas “inconversables”
Estos son algunos de los indicadores que nos muestran la falta de confianza. Cuando sucede eso, el equipo ya no es tal y se transforma en un grupo.
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“Para incrementar la confianza de un equipo, hay que encontrar espacios donde surjan otro tipo de conversaciones.
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Todo esto es lo que nos permite incrementar la CONFIANZA dentro de un equipo.
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A través de esta herramienta podemos realizar diferentes ejercicios orientados a fomentar la confianza del equipo.
- Construir nuestras aficiones o hobbies que nos permitan conecer y conectar con nuestros compañeros
- Reconocer nuestras limitaciones, debilidades o miedos.
- Trabajar el feedback recíproco y respetuoso.
- Reflexionar y pensar sobre las historias de cada miembro del equipo.
Este reconocimiento de la vulnerabilidad permite crecer al equipo. Y se convierte en un indicador de madurez y valentía de cada uno de los miembros del mismo. Sólo siendo valientes, podemos dar un paso más allá y crecer tanto personal como colectivamente.
“El trabajo en equipo comienza por crear confianza. La única forma de hacerlo es superar nuestra necesidad de invulnerabilidad.” (Patrick Lencioni)