Sí quieres que alguien se motive, ayúdale a conocerse
Hace unos meses, alguien intentó hacerme ver qué la clave de mi «renacida» motivación residía en que “alguien” había tocado algún resorte en mi interior. Sin embargo, como he ido descubriendo con el tiempo, el camino de la motivación es mucho más complejo. Atribuirse la responsabilidad de activar la motivación de una persona es demasiado presuntuoso. Tiene que ver más con la automotivación y con el autoconocimiento.
Comenta Marshall Goldsmith en el video adjunto: «Nadie puede motivar a una persona para hacer algo, sí esa persona no tiene la voluntad de hacerlo. Porque sólo podemos motivarnos desde nuestras razones, deseos o necesidades. Intentar motivar a alguien que no quiere o no tiene voluntad, es una absoluta pérdida de tiempo».
La motivación, la competencia más compleja
En el sector de la formación y el coaching, la motivación sigue siendo un elemento top. Es una competencia que se trabaja con talleres de team-building, con charlas motivacionales de grandes gurus o comunicadores, con sesiones individualizadas de coaching… No en vano, este es uno de los problemas más graves que tienen las empresas hoy en día. Cómo motivar a sus empleados, y conseguir su compromiso. Todas las empresas recurren a formadores, coaches, mentores, consultores o motivadores especializados, con el fin de encontrar el Santo Grial de la Motivación, que permita conectar a sus trabajadores a la tarea que realizan y abrir la puerta al compromiso.
No nos engañemos, sí alguien no quiere trabajar, sí no está motivado en mejorar, en aprender, en cambiar… no lo va a hacer. Es imposible. ¿Por qué? Porque la motivación reside en el interior de cada persona. Más concretamente en activar la voluntad de esa persona para hacer, lograr o conseguir algo. Y ese click sólo lo puede accionar cada persona. Ni por mucho curso que se haga, ni por muchas sesiones de coaching que realices, ni por aplicar la última innovación en metodología de formación… vas a lograr mover la motivación de alguien, sí no tiene la voluntad de hacerlo.
¿Podemos hacer algo para motivar a una persona?
Si. Un líder, un coach o un formador puede generar unas condiciones que permitan a la persona comenzar a conocerse mejor. Incitándole a la reflexión, a través de preguntas y estableciendo conversaciones de calidad. |
Preguntarle qué es lo que necesita. Qué cosas es lo que sabe hacer. Cuáles son sus puntos fuertes y sus debilidades. Qué aficiones y pasiones llenan su vida. Qué factores de motivación le mueven. Cuáles son sus valores y creencias… Animarle a mejorar su formación (realizar cursos, leer libros…), a vivir diferentes experiencias (viajar, probar cosas nuevas…).
Mientras no realice ese trabajo, no llegará la motivación intrínseca. La que nos conecta con lo mejor de nosotros, y hace liderar nuestra propia vida. Y ese es un trabajo personal de conocimiento de uno mismo, dónde obviamente no estás sólo. Claro que hay personas que te van a acompañar. Con su ayuda podrás ir descubriéndote y conociendo qué teclas activan tu motivación.
Los peligros del autoconocimiento
“Existe un riesgo cuando se inicia este proceso de «conocerse a uno mismo». Puede ocurrir, que el empleado descubra su motivación real. Y entonces se de cuenta que el trabajo que desempeña no le satisface. ” |
Porque no conecta con sus valores. O porque no está alineado con un propósito atractivo. O bien, porque no encuentra un clima adecuado… En ese caso, el líder o el empleado tendrán que tomar una decisión que no será sencilla para ninguna de las dos partes o sí.
En suma, el camino de la motivación discurre por senderos profundos e intrínsecos a cada persona. Y poco o nada tiene que ver con las clásicas sesiones de team-building. O con discursos motivacionales de grandes gurús, a las que recurren los jefes cuando quieren elevar la moral de la tropa. Eso consigue despertar la emoción y enganchar a algunos, pero su efecto es limitado y se suele olvidar a los dos días.
Cómo movilizar y comprometer a una persona o a un equipo con el trabajo
- Generando confianza
- Planteando retos, estableciendo buen clima.
- Comunicando de forma fluida y sincera
- Desarrollando la empatía, conectando con las necesidades de cada persona…
- Siendo un ejemplo.
- Y no olvidar nunca que la llave de la motivación está dentro de cada persona.
“Es difícil encontrar la felicidad dentro de uno mismo, pero no es posible hallarla en ningún otro lugar” (Sócrates)
The Promised Land – Bruce Springsteen