Situaciones que minan nuestra motivación.
Todos, alguna vez, nos hemos visto inmersos en situaciones que han menguado nuestra motivación.
- Una mala relación con un compañero.
- Un agravio comparativo de un jefe.
- Una tarea obligatoria que ni nos gusta ni nos apetece realizar.
- Una falta de comprensión de los objetivos de la empresa.
- Un imprevisto que nos hace tener que quedarnos a trabajar más tiempo en la oficina.
- Un imprevisto que nos hace trabajar un fin de semana.
Cualquiera de estas situaciones van minando nuestra moral, y nos hacen tomar diferentes actitudes. Da igual el tipo de trabajo que realicemos y dónde lo hagamos. La realidad es que todos alguna vez, hemos tenido la sensación de “estar bailando con la más fea”.
“La cuestión es qué hacemos en ese momento. ¿Seguimos bailando al compás que nos marca la música, normalmente impuesta por alguien? ¿Decidimos hacer algo diferente?” |
Hacernos responsables de nuestra motivación.
Peter Drucker es una de las personas más influyentes en el desarrollo del management empresarial. Su historia personal sirve para ejemplificar lo que significa hacernos responsables de las situaciones que nos toca vivir, cuando ocurren de un modo distinto al deseado.
Drucker era vienés, y en los comienzos de su carrera profesional, a principios de los años 30, tuvo que lidiar con el Régimen Nazi. Durante esos primeros años la vida le sonreía. Simultaneaba el oficio de escribir en uno de los periódicos de mayor circulación Frankfurt y el de dar clase en la universidad. Incluso tenía ofertas para aceptar un puesto de más responsabilidad en otro periódico y continuar su carrera académica en otras universidades más prestigiosas.
Ahora bien, Drucker era consciente de la tormenta política que se avecinaba en Alemania. Hitler y el nacionalsocialismo lo invadían todo. El precio que tenía que pagar para mantener los privilegios de los que ya disfrutaba (trabajo, seguridad económica, prestigio…) era bailar con la más fea (Hitler, el régimen nazi y el fin de la libertad). Y tuvo que enfrentarse con la gran cuestión:
“¿Dónde quieres estar? ¿En la parte baja de la pirámide, que te asegura la seguridad y cierta sensación ilusoria de felicidad o en la parte alta de la pirámide, que te permite realizar un propósito o sentirte realizado con un proyecto?” |
El poder de elegir la respuesta.
Drucker decidió permanecer fiel a su propósito, no despreciar la libertad para poder pensar, escribir y opinar. Decidió no convertirse al nazismo que todo lo invadía en aquella Alemania de principios de los 30. Preservó su independencia y emigró a Londres en 1933. Otros tuvieron peor suerte, como Viktor Frankl, al que le tocó la más fea en el baile de la II Guerra Mundial. Una estancia de tres años en el campo de concentración de Auschwitz. Y nos dejó una de sus principales enseñanzas:
“El hombre siempre es capaz de poder elegir el tipo de respuesta que quiere dar ante cualquier tipo de acontecimiento que esté viviendo. La voluntad de elegir la respuesta es el último privilegio que nadie puede quitarnos”.
“En el fondo, de esto va la vida, en nuestras empresas o en nuestra vida personal: ¿Qué actitud tomamos cuando nos toca bailar con la fea? ” |
Todos pasamos por situaciones manifiestamente mejorables que destrozan nuestra motivación en nuestros trabajos:
- Relaciones tóxicas con nuestros compañeros, jefes, nuestra pareja o amigos.
- Incapacidad para entender y gestionar nuestras emociones ante determinados hechos.
- Falta de objetivos o de un proyecto profesional/personal que nos motive.
Sin embargo, nunca podemos olvidar que todos tenemos la capacidad para decidir qué actitud tomamos con eso que nos está tocando vivir.
«Sí me tocó bailar con la más fea…viví para cantarlo» (Joaquin Sabina)